Articulaciones demasiado laxas. ¿Un problema?
Índice
Todos conocemos personas que son más “elásticas”, pero habría que saber diferenciar entre tres conceptos asociados y, a veces, confundidos entre sí:
- Flexibilidad: facultad del músculo de desplazar los segmentos óseos que forman las articulaciones a las que envuelven. Es la única capacidad física de carácter involutivo ya que se va perdiendo con el paso del tiempo. La flexibilidad no genera movimiento, pero lo posibilita.
- Elasticidad: facultad del músculo de recobrar su forma en reposo, tras haber sido estirado. Es inversamente proporcional al tiempo de estiramiento, de tal manera que cuanto más corto (breve y poca amplitud) sea un estiramiento, más reacción elástica se puede obtener.
- Movilidad: hace referencia al recorrido máximo de los segmentos óseos implicados en una determinada articulación. Puede ser entendido como grado angular o, más habitualmente, como rango de movimiento (ROM).
Existe una relación entre todas estas facultades. Así, a mayor flexibilidad en una persona, mayor es su rango de movimiento en las distintas articulaciones dentro de la movilidad permitida en cada articulación. Si además dicha persona es elástica, será capaz de volver a la posición inicial de manera más rápida y con menos problemas.
Cuando hablamos de “hiperlaxitud articular”, nos referimos al aumento exagerado de la movilidad de las articulaciones; siendo algo más habitual en mujeres que en hombres, y estimándose en un 5-15% de la población.
La causa de los “síndromes de hiperlaxitud” no es del todo conocida, aunque se han encontrado anomalías de origen genético en las fibras de colágeno y otras proteínas que forman el tejido conectivo, que es el encargado de proporcionar resistencia y fortaleza a diferentes estructuras como ligamentos, tendones, músculos, cartílagos, vasos sanguíneos o piel. La alteración de estas proteínas hace que esas estructuras sean más elásticas de lo normal, pero también más frágiles, produciéndose lesiones con mayor facilidad tras traumatismos relativamente poco intensos.
Diagnóstico
Si se obtienen más de 4 puntos en los siguientes tests, se acepta que existe hiperlaxitud articular; siendo más acusada, obviamente, cuantos más puntos se obtengan.
¿Qué síntomas produce?
Los síntomas que produce pueden ser de lo más variado, pero los más frecuentes son el dolor en músculos y articulaciones, sobre todo afectando a los miembros inferiores.
Su aparición está relacionada con frecuencia con las sobrecargas repetidas sobre alguna articulación. En ocasiones, incluso, se llegan a producir derrames articulares, sobre todo en las rodillas. A veces, también se pueden escuchar “chasquidos” que no tienen importancia, pero que resultan desconcertantes y alarmantes para quien los percibe (los chasquidos proceden de la liberación de aire intraarticular).
Determinadas enfermedades de los tejidos blandos, como tendinitis, capsulitis, etc., pueden presentarse con mayor frecuencia, al igual que torceduras de tobillo, tortícolis, dislocaciones articulares (especialmente en el hombro), lumbalgias, escoliosis o desviaciones de columna.
Especialmente preocupante dentro del mundo del deporte es que se han publicado estudios que asocian lahiperlaxitud ligamentosa de la rodilla a una mayor predisposición para padecer artrosis de la misma, y teniendo en cuanta que la rodilla es la articulación más frecuentemente lesionada en el ámbito deportivo, parece necesario tomar medidas para evitar o retrasar la artrosis.
Todo ello, agravado por la falta de ejercicio, un excesivo sedentarismo (obesidad), y altos niveles de estrés de manera general; e incluso el cambio de clima podría afectar de manera más específica.
Tratamiento deportivo (aconsejable combinar con fisioterapia)
Se aconsejar evitar la sobrecarga de las articulaciones ya que pueda agravar los síntomas. Sin embargo, aunque esto pudiese que por ello la realización de ejercicio de fuerza con pesas estaría descartada, se ha demostrado que sí puede mejorar los síntomas siempre y cuando se realicen los movimientos dentro del ROM óptimo. Por tanto, dicha sobrecarga articular debería conseguirse evitando riesgos innecesarios a la hora de practicar deportes de contacto como judo, kárate, waterpolo, fútbol o baloncesto (aconsejable, si se practica, la utilización de protectores de las articulaciones hiperlaxas de cada sujeto) o de alto impacto articular como la carrera, pudiendo ser sustituido por bici o natación, entre otros.
Poniendo un ejemplo conocido dentro de los ejercicios con pesas, acudamos a la realización de press militar sentado con mancuernas. En este ejercicio, la posición de máximo estiramiento debería alcanzarse cuando las mancuernas toquen la porción anterior del deltoides; y la de máxima contracción, en el momento en que el codo queda estirado por completo (brazo y antebrazo en línea).
Una persona con hiperlaxitud podría alcanzar tanto una como otra posición más allá del ROM establecido para este movimiento, pero sería entonces cuando aparecerían los problemas. Si se limita a realizar el ejercicio según la imagen anterior, el fortalecimiento muscular y de los tejidos blandos será beneficioso (aplicable a cualquier otro ejercicio, aunque con especial cuidado al realizar sentadilla profunda, que podría incluso descartarse dependiendo del grado de hiperlaxitud).
Igualmente, los ejercicios de fortalecimiento isométrico cargando el peso en la zona muscular implicada y no en las articulaciones, junto a ejercicios en desequilibrio (inestabilidad) también sería una buena metodología.
Por último, hay algunos médicos que no recomiendan estiramientos musculares sostenidos para el síndrome de hipermovilidad o hiperlaxitud, justificándose en que los músculos y ligamentos ya son demasiado laxos; sin embargo, realizados en su justa medida y combinándolos con estiramientos dinámicos y métodos combinados.
Aunque no puede curarse, sí que puede ir disminuyendo la intensidad y frecuencia de aparición de los síntomas al aplicar las medidas que hemos señalado.
Fuentes
- Bravo, J. F. (2009). Síndrome de Ehlers-Danlos con especial énfasis en el síndrome de hiperlaxitud articular. Revista médica de Chile, 137(11), 1488-1497.
- Diéguez, J., & Papí, J. D. (2006). Entrenamiento funcional en programas de fitness. Volumen I. Madrid. INDE.
- Grahame, R. (2013). Joint hypermobility: emerging disease or illness behaviour?. Clinical Medicine, 13(Suppl 6), s50-s52.
- Sociedad Española de reumatología. ¿Qué es la hiperlaxitud articular?. Recuperado el 7 de enero de 2015 de: http://www.ser.es/wiki/index.php/Folleto_de_la_SER:_La_Hiperlaxitud_articular.
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